El ruido del silencio

Esta mañana al revisar la prensa me encontre con una noticia que me dejo pensando en que mañana podria bien ser yo misma. Una joven cocinera, de esas anonimas pero que iba a diario a su cocina, a hacer su faena fue encontrada muerta y con señas de violacion en un poblado de Tamare en la Guajira Venezolana. Como ya nada nos parece escandalizar pense un segundo en el hecho de que seguramente si esta chica de 25 años hubiese sido alguien mas publico de repente se habrian escuchado mas voces que defendieran su derecho a la vida, vulnerado y destrozado. Me pregunto si no estaremos ya tan cansados de este parte de muerte diario que por eso estamos cada vez mas insensibles ante el dolor y ante la realidad que vivimos.
El silencio entonces se apodera de mi mente para meditar sobre el valor de lo que hacemos y como lo hacemos. Mucho se ha hablado sobre el arte en las manos de cada cocinero, sobre la mistica, sobre la belleza, etc, etc, etc. Pero hoy no puedo menos que pensar en esa vida cegada por una mala jugada del destino que nos va consumiendo cada dia mas en una apatia constante y sin sentido.
Este espacio jamas fue pensado para que se convirtiera en una tribuna para las injusticias ni nada por el estilo, pero cuando la impotencia se apodera de la rutina, y en vez de haber sido un dia normal de trabajo, la tragedia sombrea la vida de un colega, no puedo menos que solidarizarme con el dolor de ese ser humano que ya no esta, de su familia que ahora debe manejar el dolor para poder seguir adelante. Dayana Romero pudo tambien haber tenido la oportunidad de una vida mejor, solo se fue antes, pero el ruido ensordecedor del silencio me hace pensar y por supuesto soñar en el dia en que lo que le pase a un cocinero realmente sea sentido por todo el gremio sin importar si esta afiliado o agrupado de alguna forma.