lunes, 1 de septiembre de 2008

Como Puede vivir el resto de la humanidad sin una Mandoca en su menu diario?

En estos dias he estado cocinando desde las bases de la cocina Zuliana por cuanto el 8 de Septiembre celebramos otro aniversario de la Ciudad de Maracaibo. El dia de ayer me toco hacer mandocas y empanadas de platano y al terminar, cuando comiamos se me ocurrio la brillante idea de preguntarme como hacia el resto de la humanidad que no conoce las mandocas para sobrevivir en este mundo. Esto podria sonar muy fuerte para algunos que sientan que sus productos tambien son de esa clase de comidas que son como creaciones angelicales puestas en medio de sus respectivas culturas, y sin animo de ofender ningun gentilicio siento entonces que las mandocas son tan nuestras que vivir sin ellas es como vivir en Maracaibo, sin Puente sobre el Lago, sin Lago de Maracaibo y sin Chinita, un pandemonium realmente. Descubrir entonces como cada pueblo va moldeando su forma de comer para que esta tenga un sentido en cada mesa entonces nos lleva al acto gastronomico visto como cultura, y al ver la gastronomia como cultura entonces logramos entender como nuestra forma de comer va intimamente ligada a ese proceso socio cultural de cada ciudad, cada pueblo y cada nacion. Para los que no saben una mandoca no es mas que una especie de rosca hecha con harina de maiz, panela o papelon, platano maduro y queso madurado, al amasar que quede con la consistencia como la masa de las arepas comenzamos a hacer unos bastones un tanto largos como de unos diez centimetros y luego los unimos en las puntas cuidando que la union se vea. Por supuesto y para entrar en una de mis frases favoritas, el maracucho que come frito, sobre frito sobre casi frito, entonces puede ver despues que nuestra mandoca en cuestion ha pasado por una paila llena de aceite caliente, como ha cambiado su color de amarillo palido casi marron a dorado intenso por efectos del dulce en esta. En mi caso particular yo no puedo decir que la mejor hallaca era la de mi Mama, pero sus Mandocas eran las mejores de toda la bolita del mundo como diriamos por estos lados y ciertamente si algo nos caracteriza como maracuchos es ese sabor salado y dulce de una mandoca recien salida de la paila acompañada de un cafecito negro y un trocito de queso madurado, el de la mantequillita, el de Augustico en el Mercado de Santa Rosalia... Buen Provecho!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me matan las mandocas con queso fundido...

Antonio Gámez dijo...

Que rico post Ivette, voy a hacer unas mandocas pa la cena, ahí me traje un quesito de ños del sur del lago...
Un abrazo manducuo